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Tomar el camino de la independencia es una decisión que además de beneficios, implica gastos financieros; es pasar de tenerlo «todo» a ganarse cada cosa que necesite.

Separarse del hogar de los padres es quizá uno de las decisiones más grandes que se toman en el proyecto de vida de las personas, y de su planeación y estructuración previa depende el éxito de su determinación. 

Metas claras

Cuando se entra al mundo laboral hay que dejar las fantasías atrás. Si usted quiere independizarse debe ser consciente que antes de gastar su salario en ropa, recreación, fiestas… debe hacer un presupuesto de las entradas y salidas de dinero que tiene, para posteriormente definir cuáles son los recursos que cubrirán las obligaciones primarias (alimentación, arriendo, servicios, transportes…), cuáles para ahorrar y qué queda para darse un «gustico».

Fijar metas y objetivos a largo plazo le ayudará a estructurar sus ahorros y a realizar una inversión personal que le permita convertir sus sueños en realidad. Recuerde que esto podría, por ejemplo, darle la posibilidad de disfrutar de una pensión para una vejez tranquila, conseguir las cosas con las que desea vivir más adelante como pueden ser tener un carro, viajar al exterior, hacer una maestría o adquirir casa propia.

No olvide que las prioridades o tiempos de consecución de dichas metas varían según cada individuo.

¿Está o no preparado? Haciéndose unas sencillas y lógicas preguntas, usted podrá determinar si está listo o no, para dar este paso:

– ¿Cuánto aporta mensualmente para los gastos de su hogar?

– ¿Cuánto recibe de sus padres mensualmente para sus gastos personales?

– ¿Cuánto dinero le queda libre del salario que recibe?

– ¿En qué gasta lo que le queda libre?

– ¿Ahorra?

– ¿Lo que paga en su casa es suficiente como para pagar un arriendo aparte?

– Si toma la decisión de irse de su casa, ¿el salario que recibe le alcanzaría para cubrir gastos como: alimentación, vivienda, transportes, servicios, vestimenta y diversión?

– ¿Sabe cocinar o generalmente le preparan la comida?

– ¿Cómo alcanzarlas sus metas?

Una vez tenga la respuesta a estos sencillos interrogantes, organícese y vaya tras sus objetivos: 

1. Escriba en un papel todo lo que se quiere lograr.

2. Asígnele a cada una de sus metas un nivel de prioridad y un plazo en meses para lograr cumplirlo. En este punto es muy importante que tenga conocimiento pleno de su presupuesto y por ende, de su capacidad de ahorro. Esto influirá en el tiempo que le tome lograr cada uno de sus objetivos según sus costos.

3. Es más fácil ahorrar y cumplir nuestros sueños cuando las metas se tienen claramente identificadas. No es lo mismo decir «voy a ahorrar», que decir «voy a ahorrar $150.000 al mes para comprarme un reproductor de música en cuatro meses».

4. Empiece su planeación por metas sencillas que sean fáciles de cumplir, pues al hacerlo se animará a obtener cada vez cosas más importantes.

5. Analice los beneficios y los costos de cada una de sus decisiones financieras, tanto en el corto como en el largo plazo.

6. Antes de gastar, reconozca primero si se trata de una necesidad o de un deseo. ¡Aprenda a decir NO y así se evitará gastos innecesarios!

7. Aprenda a buscar la mejor opción. La clave está en comparar precios y calidad de los productos y servicios que desea adquirir y escoger el mejor para el precio que quiere pagar.

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