Son muchos los beneficios que ofrece el tener una tarjeta de crédito, si las utiliza como un medio de pago: no se expone al cargar el efectivo, puede realizar compras por internet sin mayor problema, son cómodas, cada vez son más los establecimientos que las reciben, en algunos casos obtiene descuentos, y muchas otras facilidades si les da un uso correcto.

Sin embargo, si ve este instrumento como la salida a todos sus males, como una fuente inagotable de financiación y la maneja sin la responsabilidad que amerita puede tener graves problemas económicos, dañar su vida crediticia y terminar endeudado.

Solicitar o aceptar una tarjeta de crédito no debería decidirse a la carrera o por un impulso, si nunca ha sacado una o si ya tiene y está pensando en sacar una nueva, Saber más Ser más le plantea 5 preguntas para que usted mismo las resuelva y, según las respuestas y su situación particular, evalúe si le conviene o no hacerlo.

¿Sabe realmente cómo funciona una tarjeta de crédito?

No es una cuenta de ahorros ni una cuenta corriente, el dinero que tiene allí no es suyo, es dinero que el banco le presta, por tanto, la cantidad que utilice debe devolverla, siempre.

Claro, puede utilizarla para hacer frente a algún gasto improvisto, o comprar un bien sin tener que esperar a cumplir un ahorro, pero tenga presente que si lo que adquiere no lo paga en una cuota, ese dinero llevara asociado unos intereses por los que también debe responder.

 ¿De verdad la necesita?

Tal vez quiera una tarjeta de crédito por si acaso, o porque sus conocidos tienen una (o más de una), pero lo ideal es tener un propósito claro con ella. Aprovecharla para descuentos en un almacén que usted frecuenta o para comprar ese pasaje o producto que sin la tarjeta no puede adquirir.

No es recomendable aceptar una tarjeta si no la va a utilizar realmente, pero tampoco cuando es su salvación y la va a utilizar al tope y se va a terminar endeudando peor de lo que, tal vez, ya estaba.

¿Tiene ingresos para responder por ella?

 Si no tiene ingresos estables, no tiene un trabajo que le permita cubrir mes a mes las cuotas de su nueva tarjeta, no la saque. Si su intención es utilizarla como medio de pago aplazado ¿puede responder sin problemas por los intereses?

¿En caso de no tener o perder su empleo tiene un fondo de emergencias que le permita cumplir con los pagos sin inconvenientes?

En conclusión, si no tiene claro cómo va a pagar el dinero que va a utilizar, y que no es suyo, no lo utilice.

¿Qué tan buena paga es?

Pagar a tiempo es muy importante. Si tiene más deudas y le está quedando difícil cumplir con ellas, no es una buena idea presionarse con una tarjeta de crédito, que finalmente es una deuda más.

Adicionalmente, si sabe que una tarjeta va a ser una tentación para salirse de su presupuesto y gastar más de lo que tiene (recuerde que el valor que le prestan no necesariamente es su capacidad real de endeudamiento) debería reconsiderar su solicitud y ser sincero con usted mismo.

¿Tienen claro los beneficios/costos de esa tarjeta?

Pregunte antes de decidirse por una u otra tarjeta qué le ofrecen y cuánto le va a costar.

Las tarjetas de crédito pueden tener beneficios adicionales, como millas, descuentos, puntos, entre otros, escoja la que que sea útil para usted. Eso sí, antes debe tener en cuenta aspectos claves como: ¿tendrá que pagar alguna cuota mensual o anual por el mantenimiento de su tarjeta? Si realiza sus compras a plazos, le cobrarán intereses ¿sabe cuál es la tasa de interés? Por supuesto, debe comparar entre varias entidades y buscar la mejor opción.

Analice todos estos puntos, si las respuestas son positivas, las tarjetas de crédito serán una ayuda y le facilitarán la vida. Por el contrario, si una vez evaluadas las preguntas cree que no es el momento, es mejor ser sincero que ganarse un dolor de cabeza más, y realizar la solicitud cuando o mejore la situación o sus hábitos financieros. En todo caso, entre más información tenga de la tarjeta que va a solicitar será mejor; como le contamos, es un buen producto, pero trae unos riesgos para su bolsillo si el manejo es inadecuado.

 

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