Cuando se trata de llegar al mercado laboral o crear nuevas oportunidades muchos no la tienen tan fácil; frente a la falta de oportunidades para generar dinero, crear empresa o tener empleo muchos recurren a la economía informal como medida desesperada. Pero, ¿Será tan mala la economía informal?¿Será posible avanzar en Colombia desde la misma?
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Para aclarar nuestras dudas revisemos entonces en Saber Más, Ser Más qué es la economía informal y cómo le va a este indicador en Colombia.
¿Qué es la economía informal?
La economía informal suele referirse a actividades económicas que ocurren fuera del mercado laboral formal. Por ello es que, en ocasiones, la economía informal también puede denominarse «clandestina» o «criminal». Sin embargo, la economía informal se refiere a la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que no se contabilizan en las mediciones formales de la economía de un país.
Actividades que se asocian con esta economía son trabajos ocasionales o la prestación de servicios por los que se le paga en efectivo, como por ejemplo: renovaciones de viviendas, reparaciones de automóviles, ventas ambulantes etc.
Estas actividades informales pueden considerarse casi legales en el sentido de que el trabajo se considera «legítimo». Pero debido a que no está regulado y no se pagan impuestos, no se considera parte de la economía del mercado formal. La otra cara de la moneda incluye actividades como el crimen y el tráfico de drogas, que, claro, son menos legítimas o «criminales».
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De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional: “La economía informal, que comprende actividades que tienen valor de mercado y que aumentarían los ingresos fiscales y el PIB si se registran, es un fenómeno generalizado a nivel mundial. Según la Organización Internacional del Trabajo, alrededor de 2 mil millones de trabajadores, o el 60 por ciento de la población mundial empleada de 15 años o más, pasan al menos parte de su tiempo en el sector informal”.
La misma organización añade que actualmente el sector informal todavía representa alrededor de un tercio de la actividad económica de los países de ingresos bajos y medianos: 15% en las economías avanzadas.
¿Cómo se mueve la economía informal en Colombia?
De acuerdo con el Departamento Nacional de Estadística (DANE) al menos 5,65 millones de personas en el país trabajan en condiciones de informalidad. En su informe la entidad detalló que, de octubre a diciembre de 2021, el número de empleos informales aumentó en 268.000, lo anterior establece que el 48,2% de los ocupados trabajan en empleos que no les garantizan sus aportes a la seguridad social.
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En temas de género y acceso al mercado laboral formal la brecha sigue siendo grande, el DANE también mostró que en el mismo periodo en el país – o al menos en 13 ciudades principales – unos 54.000 hombres entraron a la informalidad, en comparación a las más de 213.000 mujeres empezaron a trabajar bajo esas condiciones.
Durante todo 2021 el número total de empleos informales aumentó en 357.000 frente a 2020. Por ciudades la informalidad se movió de la siguiente manera (siendo estas las ciudades que cuentan con el índice de ocupación informal más grande de todo el país):
- Cúcuta (70,5%),
- Sincelejo (66,8%)
- Santa Marta (65,1%),
- Riohacha (65,1),
- Valledupar (63,3%),
- Florencia (60,4%).
Revisemos cómo estuvo la informalidad durante 2021 en otras ciudades del país, en el siguiente gráfico:
Fuente: DANE.
¿Cómo reducir el índice de economía informal?
Son muchos los factores que pueden llevar a que una persona termine en la economía informal, en medio del proceso, muchas organizaciones económicas en el mundo han presentado tres políticas que parecen ser eficaces en la reducción de los índices de economía informal:
- Mejorar el acceso y la calidad de la educación: de acuerdo con el FMI esta es la forma más poderosa de reducir la informalidad. Son vitales las reformas educativas que incluyan mejoras en la igualdad de acceso, además deben asegurar que los estudiantes permanezcan en la escuela hasta el final del ciclo secundario (darles también amplias oportunidades de formación técnica y profesional).
- El diseño del sistema tributario: debe evitar aumentar inadvertidamente los incentivos para que las personas y las empresas permanezcan en el sector informal. Los sistemas de impuestos corporativos y de valor agregado con tasas bajas, así como impuestos sobre la nómina bajos, ayudan a reducir la informalidad. Los sistemas de protección social de apoyo, incluidos los impuestos sobre la renta progresivos y la protección de los más pobres, ayudan a abordar los aspectos distributivos.
- Las políticas para mejorar la inclusión financiera: mediante la promoción de un mayor acceso a los servicios financieros formales (o bancarios) pueden ayudar a reducir la informalidad. El FMI concluye que la falta de acceso a la financiación es una limitación clave para las empresas y los empresarios informales, lo que sofoca la productividad y el crecimiento de sus negocios. Los países donde el acceso a la financiación es mayor tienden a crecer más rápido y tienen una menor desigualdad de ingresos.
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