Tal vez haya escuchado en los noticieros o leído en los periódicos en repetidas ocasiones que “El gobierno considera una reforma tributaria” ¿Cierto? Y como ciudadanos del común estas dos palabras pueden asustarnos, porque claro, sería un gasto adicional cuando ya las culebras nos persiguen y lo que tenemos en la billetera no nos alcanza.

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Y así como seguramente le habrá pasado en alguna ocasión, los gobiernos de turno también llegan a tener momentos de escasez, esos en los que la plata simplemente no alcanza. Por lo anterior, y como estrategia para mitigar el impacto radical sobre el bolsillo de los colombianos, se proponen reformas tributarias; en Saber Más, Ser Más le contamos qué son las reformas tributarias y por qué son tan importantes para los gobiernos y ciudadanos.

Arranquemos diciendo que los impuestos que el gobierno actualmente cobra, como el IVA, el de renta o el predial están contemplados en el presupuesto de rentas que es un apartado del Presupuesto General de la Nación, un documento enorme que se presenta año a año para que la administración cuente de dónde sacará plata y en qué la gastará para mantenerse.

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¿Para qué sirve una reforma tributaria?

Los gobiernos, así como usted, se organizan para equilibrar sus ingresos y gastos para seguir promoviendo la salud o la educación, por ejemplo, pero lo que se recauda en impuestos se queda corto o no es suficiente para poder financiar estos proyectos o mantener los que ya existen, preservar el grado de inversión, la confianza extranjera y pagar sus deudas. Ante estas situaciones, la administración necesita buscar salidas. 

Tanto en Colombia, como en todos los países del mundo, existe un estatuto tributario que indica, básicamente, las reglas para cobrar impuestos a personas y empresas de cada territorio, cuando esas normas se modifican, surge una “salida”, al menos momentánea, a esos problemas anteriormente mencionados, aquí aparecen las reformas tributarias.

  • Un dato: Para 2020 se recaudaron cerca de 146 billones de pesos en impuestos, según datos de la DIAN. 

No obstante y aunque nos aterre que se discutan proyectos de reforma tributaria, estos deben encargarse de promover acciones o estrategias, para incentivar el crecimiento de aquellos sectores que se podrían ver afectados por los cambios en el sistema de impuestos.

Aumentar impuestos implica que algunos sectores paguen más de lo que estaban aportando, antes de la reforma. Sin embargo, cuando hay subida de impuestos, en algunos casos, el incremento irá acompañado de una reducción en los gastos. Así el gobierno gana unos pesitos de más y usted empieza a notar ese balance positivo en sus bolsillos.

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La reforma ideal

Una buena reforma tributaria debe garantizar que aquellos sectores vulnerables que necesitan ayuda la reciban, y quienes están en mejores condiciones puedan aportar, asimismo, estos proyectos deben velar que ni el consumo de las personas, ni el empleo dado por las empresas se afecte por el alza.

Recuerde que los impuestos son, de modo informal, “un pago que hace la gente para que se invierta en la gente”, todas las iniciativas o proyectos sociales que oímos y vemos día a día se mantienen gracias a los aportes de todos los contribuyentes.

No olvide que el sistema tributario debe ser una herramienta para combatir la inequidad, es entonces cuando las reformas tributarias pierden su connotación negativa, cuando nos ayudan a cumplir los objetivos que como país nos proponemos.

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